El gramófono





"Deja volar tus sueños, deja volar tu mente. El único lugar donde la verdad tiene más peso que las apariencias."

Calabera va con be

Hoy mis lágrimas se quieren suicidar, acurrucadas morir en tu piel. Han nacido secas, tienen sed. Mi llanto hoy se quiere morir...
**************************La Cantata del Diablo, Mägo de Oz.

domingo, 20 de mayo de 2007

La taza de café.


Buenas, lectores.

Hoy vengo a comentar que me siento inquieta, deprimida. Y totalmente asqueada con la sociedad de mierda.

¿Alguien sabe qué es la vida? ¿Y por qué siempre queremos pintarla como algo maravilloso? . De verdad, os garantizo que es muchísimo mejor ver la vida en rosa e imaginarse las cosas para que todo sea más ameno. Pero un día dices "¿Para qué mierda estoy haciendo yo esto?" Y te pegas la gran hostia, descubres cosas que ya sabías y que siempre te habías negado.

Lloras horas y horas y no tienes a nadie a tu lado que se acerque a tí y te abrace, a nadie que se tome la molestia de recorrer los pasillos buscándote hasta detrás de las farolas.

Ahí te das cuenta de lo que es la vida y de con quién puedes contar a la hora de la verdad. Es irónico, yo que siempre me he cosniderado una chica con suerte, rodeada de amigos. Ahroa que he pasado por una mala racha, todas mis amigas han decidido abandonarme. Todas menos una, a la que le estaré eternamente agradecida. Y a la que le prepararé esa taza e café cada vez que ella quiera, ese plato de macedonia. Esa a la que invitaré a pasar la tarde recordando viejos tiempos que creíamos perdidos cuando seamos mayores y nuestros hijos tengan la edad que tenemos nosotras ahora.

Ahora mismo yo sólo puedo contar con una persona, porque hasta la mejor de mis amigas vive en una constante hipocresía, haciéndonos creer tanto a ella como a mí misma que todo sigue su curso normal, igual que antes, cuando nadie puede negar lo evidente. Los restos de la relación que tuvimos antaño no son ahora sino fragmentos de cristal tan diminutos y punzantes...

Y ves que la vida sigue, que nadie mira a nadie y todos te señalan, y entonces caes en la cuenta de que tú eres la única persona que no sigue como si nada, de que tú eres la única persona que intenta buscar un por qué a todas las sonrisas falsas, a las máscaras y a la manía de pintarlo tan todo bonito.

¿Sabéis lo que yo creo? Pues yo creo que,yo creo tantas cosas... Pero lo importante es lo que quería deciros antes. Y es que en el fondo somos todos iguales. Incluso todos esos que ves a tu alrededor, que te tachan de eso y de aquello, y tal vez de lo otro, tienen los mismos problemas. Un poco de todo, creo yo.

Al final llegamos siempre a la misma conclusión, ¿no creéis?. O la vida es una mierda, o la mierda somos nosotras.

Y sabemos que por mucho que nuestros padres nos quieran pagar los estudios, seguramente no podrán. O seguramente seamos nosotras las que no queramos que tengan que andar justos siempre para que nosotras, que hemos hecho lo que nos ha dado la jodida gana y les hemos dado tantos dolores de cabeza, les demos unas vidas mejores a nuestros hijos que, al fin y al cabo van a hacer con sus vidas lo que quieran. Y por mucho que tengan una vida mejor que la nuestra económicamente hablando, no por ello sus futuros serán mejores. Porque por mucho que el principe Harry sea el príncipe Harry, todos aquí sabemos que es un borracho a la tierna edad de 18 (o 19 tal vez, quién sabe) años. Y Felipe, por mucho que sea el príncipe de Asturias, tiene cara de tonto (mis disculpas si esto ofende a alguien). Al menos así es como lo veo yo. Y me considero una persona que ve las cosas tal y como son.

Así que lo mejor sería vivir la vida a tope, pero entonces te das cuenta de que no puedes. Porque no sabes por dónde cogerla, no sabes qué hacer para sacarle todo el jugo, la esencia de la vida.

Es entonces cuando nos damos cuenta de lo que tenemos. ¿Y qué es? Esas pequeñas cosas cotidianas; nuestros detallitos del día a día. El aroma del café recién hecho a las 7 de la mañana, reunirte en las taquillas con esa gente que se cree tu amiga y charlar de trivialidades, sentarte en una mesa de la cafetería con ese alguien especial, cogeros de la mano y miraros a los ojos durante todo el recreo, en medio del agradable calor humano que despiden las personas allí reunidas, de las voces alegres, de las risas y de ese reconfortante olor a croissants recién sacados del horno, y, en resúmen, todas las cosas que a simple vista nos perecen estupideces, y que si te detienes a pensarlo, te son imprescindibles.

Besotes suescos.


"Deja volar tus sueños, deja volar tu mente. El único lugar donde la verdad tiene más peso que las apariencias."